THAT'S ALL FOLKS

Un partido queda. Uno. Entre las sesiones antes de esa última cita en la pista y postemporada, algunos entrenamientos en los que compartir momentos. Entre otras cosas, un espacio delimitado por unas líneas pintadas en el suelo. Nuestro templo. El lugar donde ocurren los milagros. Pasar por encima de una de esas líneas y entrar, convierte. Quien no esté dispuesto a convertirse, no debiera entrar.

El 19 de septiembre del 2023, al inicio de la temporada publiqué un post al que llamé THE LAST DANCE Y ahora, a punto de que la orquesta defina los últimos acordes y suene el “chin, pon”, quisiera con este despedir a una generación que seguro ha marcado una época en el club de Pollença y en mi carrera, sin duda.

Los integrantes de la generación del 2006, de la que tambien forman parte algunos llegados esta temporada para sumar y que ha estado siempre acompañada en esta aventura por algunos e imprescindibles compañeros un año menores, ha finalizado su etapa de formación y el camino que deben seguir recorriendo les llevará lejos. No de una forma física (40 minutos en avión no son nada) pero a una infinidad de años luz de ese templo en el que, si nada lo impide, seguiré con mi doctrina acompañado por los que quieran y crean que es el mejor modo de disfrutar del juego. 

No será fácil no mirar hacia atrás, pero no quedará otra para un desempeño óptimo. Será necesario un correcto ejercicio de autocomplacencia con la dosis necesaria de autocritica para no recaer en viejos errores. Sin añoranzas pero mirando con felicidad esos tiempos, por haber tenido la oportunidad de pasarlos con estas gentes.

Os echaré de menos, no lo dudéis. No será fácil. Seria absurdo tratar de encontrar substitutos porque no los hay y el trabajo seria en vano. Disfrutar y hacer disfrutar a los que no emprenderán ese viaje hasta dentro de un año será mi nuevo leitmotiv.  Y después … otra vez.

La sensación de haber vaciado los depósitos en cada sesión, sin haberme dejado nada dentro para poder estar a la altura de lo que han necesitado durante cerca de 2.000 horas en estos últimos 6 años, me produce una enorme satisfacción, solo comparable a la que me hace sentir que los que se van a quedar y otros que tienen que llegar, me hagan hecho saber las ganas de trabajar que tienen. No será obstáculo que las fuerzas vayan remitiendo, el llenado es más lento, nada más.

¡Que etapa tan fantastica!. ¡Que bien me lo he pasado!. Que lástima que se termine, pero si ese es el peaje que hay que pagar, que no me falten fuerzas para seguir haciéndolo durante muchos años más. Por favor.