BÀSQUET

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dissabte, 25 de febrer del 2023

EQUIPO

Es frecuente oír en pasillos, gradas y demás lugares de paso de padres, familiares varios y amistades de todo tipo de los jugadores, incluso a esos mismos jugadores y demás aficionados, utilizar banalmente la palabra "EQUIPO". Digo banalmente porque yo pienso que la dimensión de esa palabra es enorme, tanto, que mucho me temo que aquel que la utiliza en modo crítico o al contrario, para ensalzar las características de un grupo de jugadores, sus entrenadores, delegados y resto de acompañantes, puede que lo haga sin haber valorado realmente esa dimensión. Y no me refiero al sustantivo, al objeto, a lo que es un equipo: "grupo de personas que juega unido contra otro en una competición deportiva o juego con un fin común, o, Grupo de personas que se organiza para realizar una actividad o trabajo, con un mismo fin..", no. Me refiero a lo que implica esa organización y esa unión, a que pilares sujetan esas condiciones, a que tipo de contrato se une uno al formar parte de un equipo, a que cláusulas de dedicación, relación con el resto y concesiones se han adherido, para un tipo de compromiso que se sella con un estrechamiento de manos o un abrazo. Un contrato profesional, por ejemplo, no tiene porqué contempla esos parámetros. Pero aunque serviría para cualquier ámbito, me centraré en las categorías de formación

Yo siempre he pensado, y así se lo hago saber a mis jugadores, que no es suficiente con ir a los entrenamientos. Luego, además hay que entrenar, ayudar a entrenar y aceptar el rol que se tiene, tanto si es otorgado como si es adquirido por la dinámica del trabajo. Dicho esto, que parece tan sencillo y de hecho lo es, si lo que se hace dentro de la dinámica de trabajo, no puede afectar negativamente, lo que se hace fuera del entorno del "Equipo", tampoco.

Una lesión por negligencia, falta de descanso, descuido de hábitos saludables, mala organización del tiempo, comportamientos que disgusten en casa, faltar a la dinámica de entrenamientos y partidos durante un tiempo y no de forma puntual... lo que vendrían a ser malas elecciones (ver coste de oportunidad 19 junio 2019 ) afectarían directamente y de forma negativa.

El primer problema que suele surgir es la cuota de minutos en los partidos. Creo que es un tema con el que los entrenadores nos encontramos durante toda la carrera, sea la categoría que sea. Todos quieren jugar 40 minutos, sin pararse a pensar que es imposible hacerlo con un nivel mínimo de exigencia, pero bueno: todos quieren 40. O casi todos. Alguno hay que eso lo entiende perfectamente. Mi criterio: saltas a la pista, ¿aportas lo que necesita el "equipo"? = juegas. ¿no aportas lo que necesita el equipo?, por lo que sea... uno quiere aportar puntos, pero el equipo necesita rebote de ataque o defensivo... pues vuelves al banquillo. No hay un ratito para cada uno. -"... es que ese no es un verdadero equipo porque los hay que juegan 30' y otros que están solo 10..." ¿La oportunidad de aportar? si, por supuesto, cada noche. Aprovechando las sesiones de entrenamiento para saber qué y cómo aportar lo que falta en cada momento, dentro de las capacidades de cada uno, es ser un buen miembro de un "Equipo", como lo es entender que: Hoy no doy una y soy un lastre, mejor sentado que en pista. Cosa que pasa muy a menudo, pero no se acepta con la misma frecuencia. 

Están las faltas a los entrenamientos. En edades tempranas, incluso no tan tempranas pero obviamente bajo la tutela de los padres, algunas decisiones que pueden resultar lesivas para el "equipo", son tomadas por estos, contra lo que no hay nada que hacer, en su mayoría (no todas) esas decisiones vienen dadas por algún tipo de comportamiento, por acción u omisión, del componente de este. Indirectamente, el esfuerzo que pueda hacer el jugador para estar al día en sus responsabilidades individuales, hará que pueda estar mentalmente más preparado para ayudar al equipo y le sea más fácil, además de evitar medidas disciplinarias que puedan afectarle. Por ahí podríamos empezar a encontrar una persona que es capaz de unirse a otras iguales para, de forma organizada, realizar una actividad o trabajo, con un fin común.

Por otro lado, traer los problemas externos al entorno del equipo, en lugar de utilizar el entrenamiento como válvula de escape a esos problemas es un error añadido. Aprovechar un casi seguro ambientazo en las sesiones para evadirse de ellos, pudiendo compartir inquietudes con el entrenador o compañeros, hará el resto y si estos poseen en su perfil las cualidades de un verdadero miembro de un Equipo, es jugar a carta ganadora. 

Jugadores, Padres, Directivos, amigos y parejas de jugadores. Y luego estamos nosotros: los entrenadores, también conocidos como " el saco
de las hostias", pero miembro también del EQUIPO

No ser consciente de que los errores del equipo son por culpa del entrenador; que el bajo rendimiento de un jugador también - "... Mi hijo es el mejor y además es mi hijo (Chema Buceta)"; que no puedes olvidar aplicar ni un refuerzo positivo y gestionar mejor los negativos; que las notas son bajas posiblemente porque el baloncesto les quita mucho tiempo; que si un jugador no se siente arropado por el resto de compañeros debes actuar;  que si algún jugador se aburre en los entrenamientos porque son demasiado serios, habrá que comprarse unos pompones de color y una falda corta para dedicarles 10 minutos en plan Cheerleader: "Dame una P, dame una E, dame otra P, y luego otra E: ¡¡"PEPE"!!;  que si ves a un jugador mal anímicamente tienes que hablar con él para cambiarle el ánimo y la dinámica y que todo lo que se te pueda ocurrir para hacer, si cabe, más agradables los entrenamientos en cuanto a atención y seguridad hacia los jugadores, no solo es tu obligación sino que ni se te ocurra no hacerlo..., te convierte en un incauto y un entrenador incauto es vulnerable y caerá. ¿Quién cuida al que cuida de todos? Pues nosotros solitos que bastante mayores somos ya. Total, por gestionar el grupo, enseñar la práctica y a conocer el juego, a competir y a tener valores, cohesionarles para convertirles en un Equipo, hacer unas fotos de recuerdo y salir a cenar de vez en cuando y si encima hay resultados positivos individuales, grupales o ambos... no vas a querer encima un reconocimiento. ¡¡Acabáramos!! 


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