Hace ahora dos meses, concretamente el pasado 4 de marzo, escribí un
artículo en este mismo bloc que titulé “Quid Pro Quo”. En él traté, desde mi
humilde posición, de hacer un llamamiento a la federación nacional de
baloncesto, respecto a los precios que, en concepto de inscripción, aval y
tasas federativas, mantenía a pesar de las circunstancias que rodeaban al total
de las personas que directa o indirectamente tienen incidencia en la
financiación de los clubes, como puedan ser administraciones o estamentos
públicos, empresa privada y, porque no decirlo, familias. Todo ello,
obviamente, solo tenía el objetivo de escribir lo que pensaba.
El pasado viernes día 27, el ente federativo, ponía en conocimiento de los
clubes afectados por los posibles ascensos y descensos desde la categoría EBA,
de una propuesta que emanaba de la federación de baloncesto de la comunidad
Valenciana, la cual actuaba como intermediario entre la FEB y un club de dicha
comunidad, promotor de la propuesta. En ella se detallaba el hipotético nuevo
mapa de las competiciones FEB, con una LEB ORO, tres grupos de LEB PLATA
atendiendo a proximidad geográfica y 19 grupos de LEB BRONCE, similar a la
actual 1ª división Nacional. Hasta aquí todo normal.
La propuesta, insisto en que llevada a trámite con el visto bueno de la FEB, establecía además los
nuevos cánones de inscripción, así como los gastos federativos por licencias y
arbitrajes, lo que vienen a llamarse “gastos fijos”, e incluían en el cuadro la
comparativa respecto a los de la temporada en curso y los que resultarían en la
próxima. La LEB ORO, no
sufría prácticamente variación, lo cual puede entenderse como normal, ya que la
antesala de la ACB
no puede ser una categoría de saldo. Pero la
LEB PLATA, contemplaba un descuento en lo
que a gastos fijos se refiere de un 66% respecto a la temporada que acaba de
finalizar. Lógicamente, algunos de los requisitos que requerían las
instalaciones de los equipos afectados quedaban exentos y la condición de
“categoría profesional” se perdía, pero claramente pone al alcance de más
equipos, la posibilidad de inscribirse. Aunque estos tengan que ser 42 (tres
grupos de 14 equipos)
No es una propuesta que esté aceptada, ni mucho menos, pero ya es digno de
mención y consideración que se haya cursado para estudio y consulta a los
clubes afectados. De alguna forma puede que se esté sondeando lo posible o
viable de la propuesta. Ver cuantos equipos pudieran estar interesados en este
nuevo modelo, nuevos precios y, como no nuevas condiciones de ascenso a LEB ORO
y descensos a lo que seria la LEB BRONCE,
así como el sistema de competición de esta última. En definitiva los “pros” y
los “contras” de la propuesta valenciana. Se han oído voces contrarias a esta
propuesta en varios sentidos: Unos dicen que devalúa la competición y otros que
sigue siendo caro. En el primero de los casos, obviamente, impera lo deportivo
y no lo económico.
En otro orden de cosas, decir que en una semana se inician las
eliminatorias para el ascenso desde la liga EBA a la
LEB PLATA, como la conocemos actualmente. A
dos semanas para la finalización de las respectivas ligas regulares de los
diferentes grupos de EBA, un equipo de la federación Catalana de Baloncesto,
envió a la FEB
una propuesta para, de algún modo, abaratar los gastos que pueden derivarse de
la participación en dichas eliminatorias, consistiendo esta en la organización
de 4 “final Four” tipo concentración, a disputar en el feudo de los primeros
clasificados de cada grupo excepto el “D” por, según baremo, ostentar la mas
baja valoración de los 5 grupos que disputan la competición. La “idea”,
aceptada por la FEB,
consistía en que se jugara una semifinal y una final, decidiéndose en 48 horas
(un desplazamiento y una noche de hotel) los cuatro equipos que ascendían a la
superior categoría (a saber cual y en que formato será). Solo una condición:
Unanimidad entre los 16 equipos que vayan a participar en las series por el
ascenso.
Esta unanimidad no se consiguió. Es fácil adivinar que, todo aquel equipo
que no iba a ser organizador y que parte con alguna posibilidad de ascenso,
después de valorar los gastos que podían derivarse de una fase en concentración
por una parte, o de dos desplazamientos para disputar las eliminatorias (en el
hipotético caso que se superase la primera y tuviera que disputar las segunda)
haya podido decidir no añadirse a la “unanimidad” exigida por el ente
federativo central. En algunos casos incluso es posible (muy posible diría yo) que
el “no”, no haya atendido solo a temas económicos. Jugar una semifinal, aunque
sea en casa, hace que todo absolutamente se juegue en un partido. De nuevo los
intereses deportivos han estado por encima de los económicos.
La falta de unanimidad ha terminado definitivamente en que se celebraran
eliminatorias a doble partido (como estaba previsto), con el segundo en la
pista del mejor clasificado y en caso de empate, se decidirá el feudo del
primer partido mediante un sorteo.
Y lo que tenia que pasar, pasó. Inmediatamente después de decidirse que no
habrá cambios en el sistema de competición, el primer clasificado del grupo D
(Cajasol Banca Cívica) ha decidido no asistir a las eliminatorias, alegando
temas deportivos (el equipo EBA está integrado por un buen número de jugadores
en edad junior y las fechas coinciden con el campeonato de España de la
categoría). Ofrecida esta plaza vacante al equipo de Enrique Soler Melilla (4º
grupo D) también la rechaza, como también la ha rechazado el 5º clasificado y
posteriormente el 6º. Finalmente el equipo del grupo A, al que tenia que
enfrentarse, pasa directamente a la segunda eliminatoria por no contar con
rival. Otros equipos han hallado la forma de costearse los desplazamientos a
última hora, cuando ya habían comunicado su intención de renunciar y otros
pueden acabar haciéndolo a última hora.
De todo esto yo extraigo la siguiente conclusión: Somos pocos y mal
avenidos y a la FEB
esto le viene de perlas. Si por un lado la Federación Nacional
de Baloncesto, hasta ahora no demasiado dada a consultar nada a los clubes,
ofrece la posibilidad de abaratar gastos para unas series de ascenso, todo ello
cuando ya se ha finalizado la competición, con lo que se contravienen las bases
de esta y poniendo como única condición que haya unanimidad y esta no se logra,
a pesar de que se supone que todos los clubes están pasando por una mala situación
económica, ¿Quién sale perdiendo? ¿De qué sirven las propuestas? ¿Escuchará
otras?
Si se le añade a eso que, a la par, tiene en cuenta una propuesta de
abaratamiento y variación del mapa FEB para la próxima temporada y unos equipos
por considerarla devaluada presentan sus quejas y otros porque no es lo
suficientemente barata no se inscriben y con ello no se llega al número mínimo
de participantes propuestos, a pesar de los considerables descuentos
establecidos, optando por mantener la categoría como estaba ¿Quién sale
perdiendo? ¿De qué sirven las propuestas? ¿Escuchará otras?
Que el baloncesto está pasando por un mal momento derivado de la situación
económica actual, es un hecho y que posiblemente no volverá a ser como la de
hace 10 años, también. Pero, ¿están perdiendo, los clubes del baloncesto FEB,
la oportunidad de mitigar este momento esperando tiempos, que aunque no como
antaño, siempre serán mejores? Ahora está en la bandeja…
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