BÀSQUET

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diumenge, 6 de maig del 2012

EL TREN PASA UNA VEZ...


Hace ahora dos meses, concretamente el pasado 4 de marzo, escribí un artículo en este mismo bloc que titulé “Quid Pro Quo”. En él traté, desde mi humilde posición, de hacer un llamamiento a la federación nacional de baloncesto, respecto a los precios que, en concepto de inscripción, aval y tasas federativas, mantenía a pesar de las circunstancias que rodeaban al total de las personas que directa o indirectamente tienen incidencia en la financiación de los clubes, como puedan ser administraciones o estamentos públicos, empresa privada y, porque no decirlo, familias. Todo ello, obviamente, solo tenía el objetivo de escribir lo que pensaba.

El pasado viernes día 27, el ente federativo, ponía en conocimiento de los clubes afectados por los posibles ascensos y descensos desde la categoría EBA, de una propuesta que emanaba de la federación de baloncesto de la comunidad Valenciana, la cual actuaba como intermediario entre la FEB y un club de dicha comunidad, promotor de la propuesta. En ella se detallaba el hipotético nuevo mapa de las competiciones FEB, con una LEB ORO, tres grupos de LEB PLATA atendiendo a proximidad geográfica y 19 grupos de LEB BRONCE, similar a la actual 1ª división Nacional. Hasta aquí todo normal.

La propuesta, insisto en que llevada a trámite con el visto bueno de la FEB, establecía además los nuevos cánones de inscripción, así como los gastos federativos por licencias y arbitrajes, lo que vienen a llamarse “gastos fijos”, e incluían en el cuadro la comparativa respecto a los de la temporada en curso y los que resultarían en la próxima. La LEB ORO, no sufría prácticamente variación, lo cual puede entenderse como normal, ya que la antesala de la ACB no puede ser una categoría de saldo. Pero la LEB PLATA, contemplaba un descuento en lo que a gastos fijos se refiere de un 66% respecto a la temporada que acaba de finalizar. Lógicamente, algunos de los requisitos que requerían las instalaciones de los equipos afectados quedaban exentos y la condición de “categoría profesional” se perdía, pero claramente pone al alcance de más equipos, la posibilidad de inscribirse. Aunque estos tengan que ser 42 (tres grupos de 14 equipos)

No es una propuesta que esté aceptada, ni mucho menos, pero ya es digno de mención y consideración que se haya cursado para estudio y consulta a los clubes afectados. De alguna forma puede que se esté sondeando lo posible o viable de la propuesta. Ver cuantos equipos pudieran estar interesados en este nuevo modelo, nuevos precios y, como no nuevas condiciones de ascenso a LEB ORO y descensos a lo que seria la LEB BRONCE, así como el sistema de competición de esta última. En definitiva los “pros” y los “contras” de la propuesta valenciana. Se han oído voces contrarias a esta propuesta en varios sentidos: Unos dicen que devalúa la competición y otros que sigue siendo caro. En el primero de los casos, obviamente, impera lo deportivo y no lo económico.

En otro orden de cosas, decir que en una semana se inician las eliminatorias para el ascenso desde la liga EBA a la LEB PLATA, como la conocemos actualmente. A dos semanas para la finalización de las respectivas ligas regulares de los diferentes grupos de EBA, un equipo de la federación Catalana de Baloncesto, envió a la FEB una propuesta para, de algún modo, abaratar los gastos que pueden derivarse de la participación en dichas eliminatorias, consistiendo esta en la organización de 4 “final Four” tipo concentración, a disputar en el feudo de los primeros clasificados de cada grupo excepto el “D” por, según baremo, ostentar la mas baja valoración de los 5 grupos que disputan la competición. La “idea”, aceptada por la FEB, consistía en que se jugara una semifinal y una final, decidiéndose en 48 horas (un desplazamiento y una noche de hotel) los cuatro equipos que ascendían a la superior categoría (a saber cual y en que formato será). Solo una condición: Unanimidad entre los 16 equipos que vayan a participar en las series por el ascenso.

Esta unanimidad no se consiguió. Es fácil adivinar que, todo aquel equipo que no iba a ser organizador y que parte con alguna posibilidad de ascenso, después de valorar los gastos que podían derivarse de una fase en concentración por una parte, o de dos desplazamientos para disputar las eliminatorias (en el hipotético caso que se superase la primera y tuviera que disputar las segunda) haya podido decidir no añadirse a la “unanimidad” exigida por el ente federativo central. En algunos casos incluso es posible (muy posible diría yo) que el “no”, no haya atendido solo a temas económicos. Jugar una semifinal, aunque sea en casa, hace que todo absolutamente se juegue en un partido. De nuevo los intereses deportivos han estado por encima de los económicos.

La falta de unanimidad ha terminado definitivamente en que se celebraran eliminatorias a doble partido (como estaba previsto), con el segundo en la pista del mejor clasificado y en caso de empate, se decidirá el feudo del primer partido mediante un sorteo.

Y lo que tenia que pasar, pasó. Inmediatamente después de decidirse que no habrá cambios en el sistema de competición, el primer clasificado del grupo D (Cajasol Banca Cívica) ha decidido no asistir a las eliminatorias, alegando temas deportivos (el equipo EBA está integrado por un buen número de jugadores en edad junior y las fechas coinciden con el campeonato de España de la categoría). Ofrecida esta plaza vacante al equipo de Enrique Soler Melilla (4º grupo D) también la rechaza, como también la ha rechazado el 5º clasificado y posteriormente el 6º. Finalmente el equipo del grupo A, al que tenia que enfrentarse, pasa directamente a la segunda eliminatoria por no contar con rival. Otros equipos han hallado la forma de costearse los desplazamientos a última hora, cuando ya habían comunicado su intención de renunciar y otros pueden acabar haciéndolo a última hora.

De todo esto yo extraigo la siguiente conclusión: Somos pocos y mal avenidos y a la FEB esto le viene de perlas. Si por un lado la Federación Nacional de Baloncesto, hasta ahora no demasiado dada a consultar nada a los clubes, ofrece la posibilidad de abaratar gastos para unas series de ascenso, todo ello cuando ya se ha finalizado la competición, con lo que se contravienen las bases de esta y poniendo como única condición que haya unanimidad y esta no se logra, a pesar de que se supone que todos los clubes están pasando por una mala situación económica, ¿Quién sale perdiendo? ¿De qué sirven las propuestas? ¿Escuchará otras?

Si se le añade a eso que, a la par, tiene en cuenta una propuesta de abaratamiento y variación del mapa FEB para la próxima temporada y unos equipos por considerarla devaluada presentan sus quejas y otros porque no es lo suficientemente barata no se inscriben y con ello no se llega al número mínimo de participantes propuestos, a pesar de los considerables descuentos establecidos, optando por mantener la categoría como estaba ¿Quién sale perdiendo? ¿De qué sirven las propuestas? ¿Escuchará otras?

Que el baloncesto está pasando por un mal momento derivado de la situación económica actual, es un hecho y que posiblemente no volverá a ser como la de hace 10 años, también. Pero, ¿están perdiendo, los clubes del baloncesto FEB, la oportunidad de mitigar este momento esperando tiempos, que aunque no como antaño, siempre serán mejores? Ahora está en la bandeja…   

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