Últimamente muchos entrenadores, directores técnicos y jugadores, han salido a la palestra a través de sus respectivos blogs y redes sociales así como en los distintos medios, para mostrar su preocupación por la baja anotación que últimamente hay en los partidos de algunas competiciones, sobre todo en la que es el espejo del resto: la ACB
Leyendo el artículo “Se ha perdido el baloncesto natural” publicado en El País el pasado 7 de noviembre de 2011, observo que la mayoría de entrevistados alegan que la apuesta que muchos equipos han hecho por el músculo en lugar del talento, ha endurecido el juego, haciéndolo mas defensivo y por extensión destructivo. Incluso aquellos que prestan sus servicios en equipos LEB, lamentan las mismas cosas, a pesar de ser una de las ligas con mas anotación del mundo (sobre todo ahora con el lockout).
Aito Garcia Reneses esgrime la que para mi es la versión mas convincente, pues insiste en la necesidad de cambiar criterios arbitrales, ya que estos repercuten demasiado sobre el ritmo del juego, y en el caso de las competiciones afectadas, los minutos de televisión lo agravan. Las faltas tácticas, poco castigadas en opinión del “maestro” junto al maltrato al que se ve sometido el talento en beneficio del peso, la invención en beneficio de la destrucción, resultan factores definitorios.
Hay algunas aportaciones interesantes respecto a los motivos por los que los marcadores han sufrido un descenso tan preocupante, como la de Juan Antonio Corbalán. Denuncia que muchos entrenadores, copiando sistemas de trabajo de algunas universidades de EE.UU. han comprobado, por observación empírica, que teniendo mas tiempo el balón ganan más. Por lo menos compiten más tiempo durante los encuentros. Dice, además, que desde los banquillos, los entrenadores no dejan que los jugadores inventen, que cojan riesgo: “cuanto menos hagas menos te equivocarás”. Lamentablemente en la Liga Endesa hay algún que otro ejemplo radiografiado en esas palabras.
Lógicamente a mi nadie va a pedirme opinión al respecto de lo que pienso, pero como este espacio es mío, haré mi pequeña aportación con un pequeño comentario sobre un detalle insignificante en el universo del juego de ataque: el “traspiés”(leer el artículo de Arturo Álvarez para TEAMBASKET “hola soy el traspiés). Ha sido eliminado por decisión unilateral del colectivo arbitral. Es otro de todos los “porqués” de algunos marcadores mas cercanos al balonmano que al baloncesto y que además alejan a los espectadores de las gradas, buscando alternativas para las tardes de los sábados y los domingos: El bien a proteger en el baloncesto debe ser el ataque, no la defensa.
Por todos los comentarios de los que acabo de hacerme eco en este post, por la convicción que tengo respecto a lo que acabo de aseverar en negrita y cursiva y por la apuesta que en mis equipos hago por un juego alegre y sin especulación, buscando la canasta en los primeros 7 segundos de posesión e intentando atacar para meter 200 puntos en todos los partidos, me doy cuenta de dos cosas: La primera, que posiblemente voy contra corriente respecto al estilo de juego que impregna el baloncesto en general y la segunda, que me da igual. A mi me gusta así.
Sobre todo me gusta ganar, como a todos, pero me gusta ganar divirtiéndome y a mis jugadores también. Además me gusta gustar y olvidémonos: Si a la gente que se acerca al pabellón, no le gusta lo que ve, no vuelve.
Por otro lado, infravalorar la importancia de una buena defensa sería demagógico, pero en lo que sí creo es en el baloncesto de construcción, de habilidad, de talento, de intuición, teniendo el buen ritmo como objetivo, incluso a partir de la defensa. El baloncesto se juega en toda la pista, no solamente en las dos zonas.
Conclusiones: Ataques sobre defensas, calidad técnica sobre calidad física, en caso de duda no pitar violación por pasos y todas las faltas tácticas, antideportivas. No es mucho a cambio de un buen puñado de puntos… y de personas en las gradas.
Interesante reflexión, interesante critica constructiva. No se porque, pero me vienen a la memoria, 2 superjugadores de este deporte tan bonito: Carmelo Cabrera y Earvin "Magic" Jhonson.
ResponEliminaA mis hijos (jugadores de basquet en edad de formación), les explico que estos Supercracks, JUGABAN a un deporte, no hacían un deporte, y el espectador se divertía, por el espectáculo que ofrecían, espectáculo no basado en la fuerza física, sino en la.improvisación, en la sorpresa, en la genialidad.....y eso es lo que hace divertido este deporte, perdón, este juego. Sí, es verdad, cuando un jugador consigue un triple,.los espectadores aplauden, pero cuando un jugador hace una asistencia inesperada....el auténtico aficionado suelta un ooooohhhh de admiración. Eso es espectáculo.....
Saludos basquetmaniaco.....
Cierto és. El Show Time de los Lakers, junto con, porque no reconocerlo, los mejores aos de Jordan, Pippen y compañia en los Bulls, son DVD a los que recurro cuando quiero pasarlo bien viendo baloncesto. Respecto a Carmelo... Yo era un poco mas de Solozabal, por aquello de la rivalidad, pero no reconocer que inventaba a cada dribling es mentir.
ResponEliminaTe agradezco el comentario y sobre todo, me alegro de coincidir en gustos.
Sigamos apostando por el espectáculo.
Saludos.