BÀSQUET

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dimarts, 21 de febrer del 2012

EL BUENO Y EL MALO

Este ha sido un fin de semana de mucho baloncesto. Baloncesto del bueno y del malo. Con alegrías y decepciones. Con logros en las derrotas y retrocesos en las victorias. De todo un poco.

El “bueno” lo pusieron en el Sant Jordi. Ha sido una de las pocas copas que me he pedido y después he tenido que, desde la distancia, ver como a través del cristal se iban deshaciendo los hielos hasta aguarse. Ganó el Madrid, de forma aplastante y con un juego sorprendente. Incluso Suárez me pareció bueno. Y perdió el Barça también con un juego sorprendente. Incluso Navarro me pareció malo. Me alegro por el partido de Pedro Llompart contra el Barça en cuartos, por la primera participación de Abrines y Sastre en una Copa del Rey y por el MVP de Llull (cuando le sentaron a falta de 3 minutos, creí que Laso se lo ponía en bandeja a Carroll). Ahora solo falta que en la capital, aprendan a llamarle por su apellido.

El sábado partido en Valencia contra el filial EBA del Valencia Bàsquet. Buen partido en términos generales. Salvo un segundo cuarto para olvidar, el equipo demostró su verdadero nivel durante los otros tres cuartos, manteniendo un buen tono defensivo, sin perder efectividad en ataque. La recuperación de los jugadores que salen de diferentes lesiones lleva buen camino y si todo sigue así, estarán a un buen ritmo para ayudar al equipo en nuestra particular “tour mallet” contra la zona noble de la clasificación. Buen resultado y buenas sensaciones. ¿Qué más se puede pedir?

El "malo" lo pusieron el domingo en Inca. El partido de categoría cadete femenino resume, de principio a fin, la agonía por la que atraviesa el baloncesto de formación femenino y las niñas no tienen la culpa. A pesar de haber algunas jugadoras con cierta calidad en ambos equipos y de ser estos pertenecientes a clubes de solvencia contrastada en lo que a baloncesto de formación se refiere, la disposición defensiva  inicial de uno de ellos fue “zona 2-1-2”. Yo añadiría al entrecomillado la palabra “estática”, que  casi rima con patética. Partido lleno de “querer y no poder” hacer un baloncesto un poco mas digno, “poder y no saber” hacer un baloncesto mas rico, “saber y no querer” hacer las cosas con sentido y en ningún caso demostrar al respetable, compuesto en su 98% por papás (algún noviete habría), lo bien trabajadas, a nivel de conceptos y valores, que están sus hijas.

Del partido me llevo el saber, aunque muy corto, estar de alguna jugadora. Por lo innecesario y por lo injusto de la cuota de juego. Pero quiero aclarar esta aseveración. Como entrenador nunca he estado dispuesto a que se discutiera mi criterio en las rotaciones. Como entrenador de formación, que también lo he sido y lo soy, nunca un padre ha venido a quejarse de lo poco que jugaba su hijo. Nunca di motivos para ello.

Algunas de las parcelas a trabajar en la formación, a parte de los conceptos individuales y colectivos de ataque y defensa, son los valores de grupo y aprender a competir. No se compite defendiendo en zona, se espera el error no se fuerza y no se cultivan los valores de grupo, si se es injusto con las cuotas de participación. Así pues, si no se compite y no se cultivan valores, el resto no sirve para nada, porque son precisamente las armas que utilizaremos para trabajar en beneficio del equipo y estrechar los lazos que proponen esos valores.

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