Basta una mirada. No es necesario hablar. Después de cenar no queda
nada y solo falta esperar. Una mezcla entre seguridad y esperanza vestirá las
próximas semanas. Algunos estarán y otros no, es así, no va a cambiar nada.
Pero ninguna circunstancia podrá borrar lo que este pequeño grupo,
entrenadores y jugadores, ha conseguido. No en esta temporada, sino desde
aquella 2007-2008 en la que, siendo un segundo equipo que abastecía a un LEB
Oro y con el único objetivo de mantener la categoría, algunos de los que
todavía estamos, empezamos a hacer historia y hemos llegado, de momento hasta
aquí, arriba del todo, después de completar una temporada histórica. En 11
meses y 10 días: de EBA a Oro.
No es fácil definirlo. El mes y medio que va desde día 1 de abril a día 15
de mayo de 2013, va a ser difícil de olvidar. 10 partidos inolvidables, todos ellos por
la transcendencia de lo que ponían en juego: una eliminatoria a doble partido y
2 series de play off al mejor de cinco. Todo para intentar que el
club se gane el derecho a participar en una de las 5 mejores ligas de Europa
(según los entendidos): La
LEB Oro. En esto he estado invirtiendo mi tiempo los últimos
3 meses. Antes de eso, lo que intentaba era sobrevivir y no desfallecer.
Unas horas después de haber conseguido, lo que posiblemente pueda
significar el mayor logro de mi carrera deportiva y todavía en proceso de
asimilación del hito, intento evitar que esta no banalice lo ocurrido en Málaga
el domingo día 12 de mayo de 2013, cerca de las nueve de la noche. El
polideportivo de los Guindos, centro neurálgico de los entrenamientos de la
cantera de Unicaja de Málaga y del equipo de LEB Plata del Clínicas Rincón, se
convirtió en el escenario del epílogo a una temporada tan dura como
enriquecedora, tan corta como intensa y tan llena de momentos difíciles como de
grandes satisfacciones.
Ahora y aun sin la correcta perspectiva de aquello tan lejano que hace unas
horas hemos conseguido, vuelvo la vista atrás y no puedo dejar de revivir cada
uno de los entrenamientos y partidos que hemos jugado antes de alcanzar esto.
Una historia en cada uno de ellos. Historias que fueron creando con decepción
un mal momento, historias que afortunadamente lo cambiaron y lo convirtieron en
uno mejor y luego en uno fantástico. No olvidar, o lo que es lo mismo,
recordarlo de vez en cuanto, engrandece el final y lo eleva al calificativo de
proeza.
Como si ha ocurrido en otras, esta no ha sido una temporada para ir contándola.
De ahí la poca actividad de este espacio. Pero por dentro la procesión ha
rasgado. Pocos saben lo que he pasado y como me he sentido como entrenador. Sin
duda los grandes apoyos que he tenido cerca, han evitado el derrumbe. Ahora
esos momentos, representan aprendizajes.
Algunos días más o incluso semanas, invertiré en disfrutar del logro. No es
para menos. Ya habrá tiempo de preocupaciones. Ahora descansar y luego preparar
algunos compromisos, que tienen que ver con baloncesto, pero de tipo más
lúdico. Toca un poco de diversión para cargar las pilas. Unos refrescos con Legendarios
acompañantes nos ayudarán a reírnos de lo que, no hace demasiado, solo era
capaz de arrancarnos unas lágrimas.
Muchas gracias a todos los que habéis estado cerca, porque sabéis de qué
hablo. Gracias por evitarme lecturas dañinas y por acompañarme cuando
necesitaba apoyo. Moltes gracies Martí. Muchas gracias Ángel. Muchas gracias equipo.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada