Hace
ahora un año, volvíamos a la
competición después del descanso navideño, con el
recuerdo de haber encajado una sonora paliza en Ávila por 18 puntos. El balance
de victorias/derrotas estaba en 4/6 cuando los jugadores marchaban desde Madrid
a sus destinos de descanso y no iban a ser las peores sensaciones de la
temporada. El suelo llegó a situarse en 4/9, tres jornadas después de la reentrê, allá por finales de enero de este 2013. Sin ningún
tipo de dudas, el peor momento de mi carrera como entrenador. La siguiente
jornada, contra Azpeitia en casa, marcó un antes y un después. No sin problemas ganamos 75-71, la primera victória de una serie que
finalmente sería historica.
Ahora es
fácil pensar en lo fantástico que ha sido el 2013 para el club y como no,
para mi. De ahí este pequeño homenaje al año. De
justicia s se tiene en cuenta que se consiguieron los mejores resultados hasta el momento a
nivel deportivo, resultados que seguimos persiguiendo ahora por naturaleza y
que, precisamente por el hecho de haberlo conseguido antes, empezamos a darnos
cuenta de lo difícil que fue en su momento y lo que se vive durante todo un curso, al que se suele resumor, injustamente, por los resultados obtenidos. Más aun, cuando estos son
extraordinarios.
Una
temporada irrepetible, en lo que a lo individual se refiere, terminaría de
forma totalmente sorprendente, atendiendo a como estaba el equipo a punto de
finalizar enero. “Ascenso a LEB ORO”, después de una racha de 7 victorias consecutivas en
liga y unas series de play off con 10 partidos jugados y 7 ganados (1/1 vs
Araberri, 0/3 vs Guadalajara y 2/3 vs Clínicas Rincón) con factor pista solo vs Araberri y que
consistió en jugar el segundo partido en casa, decidiéndose al basketaverage.
Cerrado
el "13", que dicho sea de paso, es número asociado a la mala suerte para muchos, se presenta un "14" cargado de novedades y de
esperanza, en el que los objetivos deportivos, tan ambiciosos como dificiles de
conseguir y el estreno de una nueva instalación, marcan en rojo la hoja de ruta a medio
plazo del club y del equipo. Lógicamente, la condición de irrepetible que tiene la temporada pasada, despresuriza a la
comparsa, pero la ambición seguirá siendo la seña de identidad del grupo, para volver a
repetirlo. Tendrá que ser
otro el camino, pero no puede quedar por andar. Eso si, paso a paso y de modo
firme.
Uno de
los artículos que publiqué en este blog "el lustro más lustroso" ya incluía el primero de los años que forman este
trienio para la historia.
El listón está altísimo pero las ganas de volver a hacerlo bien, están intactas. Volvemos
a partir. Que se suba a la nave quien quiera formar parte de esta tripulación en búsqueda de otro lustro más brillante aun y que
simplemente quede en tierra aquel que tema a las turbulencias o piense que las
alforjas están suficientemente llenas. No será fácil mejorar el 2013 y no hablemos del trienio 2011-2012-2013, pero antaño
ya se vislumbró un nublado horizonte y se peleó con dureza y acierto. Eso sí podemos
intentarlo. Eso sí debemos hacerlo.
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