A la expresión “Juguete Roto” se
le tienen asignados varios significados que no resultan muy agradables para la
persona objeto del adjetivo, a todas luces injustas si se tiene en cuenta que un juguete
roto, sin lugar a dudas, cumplió con su principal misión. Pensad que
seguramente se rompió cumpliendo con su objetivo.


Demasiados jóvenes que practican
baloncesto no llegan a ser jugadores porque, no tienen la mentalidad o
capacidades necesarias como para llegar a serlo, alguna desafortunada lesión,
cambiar en un momento dado de prioridades o porque se les convierte en juguetes rotos. Cualquier
abandono por selección digamos... natural, es un proyecto que se empezó y no se
culminó, pero en el haber de los clubes y entrenadores deben anotarse aquellos
de los que son directamente culpables.
En este bloc he hablado en
ocasiones de baloncesto de formación, en la mayoría de ellos como crítica a una
gestión de grupo o modo de enseñanza. Concretamente con “S.O.S. (Baloncesto de
Formación)” (31-10-2011) -pincha aquí para leerlo- publicado en la
Revista Digital Basket F.A.B.
(Federación Aragonesa de Baloncesto) y en otra con tirada en Uruguay, muy
amablemente, se hicieron eco de mis más amargas quejas sobre el tema.
Lógicamente insuficientes.
Ahora, alguien muy cercano a mí y
a quien quiero con locura, es uno de esos ejemplos. Sigue y seguirá amando el
juego y de algún modo se mantendrá ligada a él para siempre, pero los sueños que
fue manteniendo durante años con el fin de disfrutar haciendo lo que hacía,
ahora se han roto. Se los han roto. La decisión no ha sido fácil, pero
seguramente de ella dependía no empezar a repudiar este deporte. Alguna amiga
ha hecho, algún amigo también y ha aprendido y seguirá aprendiendo y en un
futuro, quien sabe, quizás enseñando, pero ahora…
Ahora le queda la satisfacción de
haber hecho lo que debía en las sesiones, de haber asistido a todas ellas y
haberse esforzado como la que más, de haber participado en los éxitos del
equipo con su más o menos importante aportación, tambien en los fracasos,
compartiendo como un miembro más las experiencias que le ha ido deparando el
camino. Ha realizado a la perfección su función, cumpliendo el objetivo en todo
momento para el que fue incluida en el equipo, por eso ahora es un juguete roto.
El entrañable, querido y siempre presente juguete roto.
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