Ser entrenador de un equipo de categoría infantil en las Islas
Baleares, es un poco frustrante. Después de 4 meses de competición,
así es como lo siento. El reglamento específico de la categoría
hace que, durante los partidos, la incidencia de los entrenadores sea
mínima. Sentado en tu lugar en el banquillo, tienes un poco la
sensación de que va a decidirse con un “piedra, papel, tijeras,
lagarto, spok”. No, no, no… és fácil: https://www.youtube.com/watch?v=_tsy4q9ibAE
¿Qué porqué digo
esto? Como bien decía un colega: “Los entrenadores somos
mostradores de caminos” (Ángel Cepeda) y para poder hacer eso
mientras caminan, necesitamos tener alguna posibilidad de incidir en
lo que hacen los jugadores durante el partido, poder corregir aquello
que no está bien y explicar cómo hacerlo correctamente. Pero claro,
para ello y sin tener que esperar a la sesión del lunes, necesitamos
tiempo. A saber:
Se juegan 8 períodos
de 5 minutos a reloj parado, en los que el árbitro solo tocará el
balón en caso de falta o substitución (estas solo pueden hacerse,
en los últimos dos periodos). Con ello se asegura que el partido
transcurra a un ritmo trepidante. Todos los jugadores inscritos en el
acta, un mínimo de 8 y un máximo de 12, deben jugar como mínimo 2
de los 6 primeros períodos, teniendo en cuenta que los 4 que pueden
jugar, no serán en ningún caso consecutivos. En los dos últimos
períodos pueden realizarse todos los cambios que se quieran y en los
dos últimos minutos del 8º periodo, el reloj se parará además en
todas las canastas, bandas o fondos. Contravenir la normativa de las
rotaciones en los primeros 6 períodos, haría incurrir al equipo que
lo hiciera en “alineación indebida”, con la consiguiente pérdida
de partido por 2-0. Cabe añadir simplemente que el bonus de faltas
(4) es acumulable por cada dos períodos. Lo que vendría a ser jugar
4 periodos, pero con una parada obligatoria cada 5 minutos. Ahora
bien…
Esa parada entre
períodos es de 30”. En ella, se tiene que facilitar al auxiliar de
mesa el quinteto del siguiente período, comunicarlo a los jugadores,
corregir errores y si algún jugador repite quinteto, beber agua. (Ya
os digo yo que no sobra nada, por no ser más brusco). Pero hay más
tiempo para los entrenadores, no os creáis: cada 4 periodos hay 1
tiempo muerto de 50”. Aquí los problemas de comunicación se
agravan. Los 5 tiempos muertos que establece la normativa FIBA,
repartidos 2 durante la primera parte y 3 durante la segunda, se
quedan reducidos a 2. Pero aún hay más. Los 10’ marcados para el
descanso, tiempo que suele utilizar para hablar con los jugadores y
así, cuanto menos, poder hacer nuestro trabajo, se han reducido a 3.
No importa ni decir, que si alguien necesita ir al baño o el
vestuario está lejos de la pista, se quedan reducidos a nada. Lo
normal es no abandonar la pista al descanso y tratar de hacer lo que
puedas con ese tiempo. Las necesidades fisiológicas… “Que vengan
meaos y cagaos de casa”.
Es curioso, pero
incluso algún árbitro con el que tengo cierta confianza me ha
comentado con acritud: “Matias, os habéis cargado la categoría
infantil”. Si, si… La votación en la asamblea fue la que decidió
ese desastre (lo digo así porque es como lo siento), con
entrenadores entre los votantes.
Claro… la siguiente
pregunta obligada es: ¿Qué motivo llevó a tomar esa decisión?
Desde luego el estudio respecto a la normativa específica de la
categoría en el conjunto de Comunidades Autónomas, seguro que no
fué:
Sólo en las
Federaciones de Cataluña y Valencia, se aplica la misma normativa
que en las Islas Baleares, aunque con alguna salvedad: en Valencia en
el descanso hay 5’ y no 3 y entre periodos 1’ en lugar de 30”.
La salvedad en Cataluña es que hay una liga Pre-infantil (jugadores
de 2006). Copiamos solo lo que interesa. También en Aragón,
Canarias, Galicia, Madrid, Murcia, País Vasco y La Rioja, tienen
competición en categoría Pre-infantil. Es cierto que la FBIB ha
apostado por intentar dar salida a la categoría Pre-infantil,
haciéndolo en sistema concentración, curiosamente como en Castilla
León, pero allí el reglamento específico en infantiles es FIBA,
cuidando las diferencias en el marcador (entren 30 y 50 puntos, común
a todas las Comunidades) y nosotros, pues… reglamento FIBA pero en
formato 4 contra 4. Otro experimento que… ya veremos.
En el País Vasco,
Murcia y Cantabria, mantienen desde hace 5 temporadas el sistema
Pasarela: 4 cuartos de 10 minutos. Todos los jugadores inscritos en
acta (mínimo 8 y máximo 12) deben jugar como mínimo uno de los
cuartos dentro de los 3 primeros y en el último se aplica normativa
FIBA, lo que vendría a ser reglamento normal. En Andalucía, Aragón,
Asturias, Islas Canarias, Castilla la Mancha, Castilla León, Ceuta,
Extremadura, Galicia, Madrid, Melilla, Navarra y La Rioja, 11 de las
17 Comunidades además de las dos Ciudades Autónomas, aplican el
reglamento FIBA… que es, dicho sea de paso, como se juega el
Campeonato de España de selecciones y de clubes. Mencionar que en
Aragón hay una curiosidad y es que: en uno de los 4 cuartos, todos
los inscritos en acta deben jugar en uno como mínimo, pero se
mantienen los cambios en todos los cuartos, tiempos muertos, modo de
crono, y tiempo de descanso entre primera y segunda parte.
Aunque hay que aplaudir
la iniciativa de esta nueva federación frente al inmovilismo de
antaño, resulta poco entendible que en las últimas tres temporadas
se haya cambiado, en cada una de ellas, el reglamento específico
(Pasarela 2016-17, BAM 2017-18 (no voy a perder ni un segundo en
explicarla) y la actual en esta 2018-19) y siempre, a mi modo de ver,
empeorando. El motivo de tanto cambio es variado: Que no se quede ni
un niño sin jugar; evitar que puedan cansarse; 10 minutos son
demasiado; partidos demasiado largos… en fin.
Creo que seguimos sin
tener en cuenta que el bien a proteger en un partido de baloncesto,
no es otro que el jugador en formación y la competición no puede
condicionarla, por ejemplo, que haya entrenadores que tienen 12
jugadores en su equipo y luego solo inscriban 8 en acta para no tener
que utilizar a los “malos”, o árbitros a los que se le hacen
largos los partidos, o cualquier otra circunstancia de este tipo.
Este tipo de "cosas" van a existir siempre y los que
cuidamos algunos de esos detalles, no vemos con buenos ojos que l@s
afectados, l@s protagonistas, el bien a proteger, como decía antes,
tengan que soportar un reglamento que impida que niñas y niños de
12 y 13 años, se lleven un aprendizaje efectivo de cada partido.
Cuidado por favor, no rompamos juguetes. Que los rompan ell@s
jugando.
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