BÀSQUET

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dissabte, 19 de gener del 2019

JUGUEMOS



Ser entrenador de un equipo de categoría infantil en las Islas Baleares, es un poco frustrante. Después de 4 meses de competición, así es como lo siento. El reglamento específico de la categoría hace que, durante los partidos, la incidencia de los entrenadores sea mínima. Sentado en tu lugar en el banquillo, tienes un poco la sensación de que va a decidirse con un “piedra, papel, tijeras, lagarto, spok”. No, no, no… és fácil:  https://www.youtube.com/watch?v=_tsy4q9ibAE

¿Qué porqué digo esto? Como bien decía un colega: “Los entrenadores somos mostradores de caminos” (Ángel Cepeda) y para poder hacer eso mientras caminan, necesitamos tener alguna posibilidad de incidir en lo que hacen los jugadores durante el partido, poder corregir aquello que no está bien y explicar cómo hacerlo correctamente. Pero claro, para ello y sin tener que esperar a la sesión del lunes, necesitamos tiempo. A saber:

Se juegan 8 períodos de 5 minutos a reloj parado, en los que el árbitro solo tocará el balón en caso de falta o substitución (estas solo pueden hacerse, en los últimos dos periodos). Con ello se asegura que el partido transcurra a un ritmo trepidante. Todos los jugadores inscritos en el acta, un mínimo de 8 y un máximo de 12, deben jugar como mínimo 2 de los 6 primeros períodos, teniendo en cuenta que los 4 que pueden jugar, no serán en ningún caso consecutivos. En los dos últimos períodos pueden realizarse todos los cambios que se quieran y en los dos últimos minutos del 8º periodo, el reloj se parará además en todas las canastas, bandas o fondos. Contravenir la normativa de las rotaciones en los primeros 6 períodos, haría incurrir al equipo que lo hiciera en “alineación indebida”, con la consiguiente pérdida de partido por 2-0. Cabe añadir simplemente que el bonus de faltas (4) es acumulable por cada dos períodos. Lo que vendría a ser jugar 4 periodos, pero con una parada obligatoria cada 5 minutos. Ahora bien…

Esa parada entre períodos es de 30”. En ella, se tiene que facilitar al auxiliar de mesa el quinteto del siguiente período, comunicarlo a los jugadores, corregir errores y si algún jugador repite quinteto, beber agua. (Ya os digo yo que no sobra nada, por no ser más brusco). Pero hay más tiempo para los entrenadores, no os creáis: cada 4 periodos hay 1 tiempo muerto de 50”. Aquí los problemas de comunicación se agravan. Los 5 tiempos muertos que establece la normativa FIBA, repartidos 2 durante la primera parte y 3 durante la segunda, se quedan reducidos a 2. Pero aún hay más. Los 10’ marcados para el descanso, tiempo que suele utilizar para hablar con los jugadores y así, cuanto menos, poder hacer nuestro trabajo, se han reducido a 3. No importa ni decir, que si alguien necesita ir al baño o el vestuario está lejos de la pista, se quedan reducidos a nada. Lo normal es no abandonar la pista al descanso y tratar de hacer lo que puedas con ese tiempo. Las necesidades fisiológicas… “Que vengan meaos y cagaos de casa”.

Es curioso, pero incluso algún árbitro con el que tengo cierta confianza me ha comentado con acritud: “Matias, os habéis cargado la categoría infantil”. Si, si… La votación en la asamblea fue la que decidió ese desastre (lo digo así porque es como lo siento), con entrenadores entre los votantes.
Claro… la siguiente pregunta obligada es: ¿Qué motivo llevó a tomar esa decisión? Desde luego el estudio respecto a la normativa específica de la categoría en el conjunto de Comunidades Autónomas, seguro que no fué:

Sólo en las Federaciones de Cataluña y Valencia, se aplica la misma normativa que en las Islas Baleares, aunque con alguna salvedad: en Valencia en el descanso hay 5’ y no 3 y entre periodos 1’ en lugar de 30”. La salvedad en Cataluña es que hay una liga Pre-infantil (jugadores de 2006). Copiamos solo lo que interesa. También en Aragón, Canarias, Galicia, Madrid, Murcia, País Vasco y La Rioja, tienen competición en categoría Pre-infantil. Es cierto que la FBIB ha apostado por intentar dar salida a la categoría Pre-infantil, haciéndolo en sistema concentración, curiosamente como en Castilla León, pero allí el reglamento específico en infantiles es FIBA, cuidando las diferencias en el marcador (entren 30 y 50 puntos, común a todas las Comunidades) y nosotros, pues… reglamento FIBA pero en formato 4 contra 4. Otro experimento que… ya veremos.

En el País Vasco, Murcia y Cantabria, mantienen desde hace 5 temporadas el sistema Pasarela: 4 cuartos de 10 minutos. Todos los jugadores inscritos en acta (mínimo 8 y máximo 12) deben jugar como mínimo uno de los cuartos dentro de los 3 primeros y en el último se aplica normativa FIBA, lo que vendría a ser reglamento normal. En Andalucía, Aragón, Asturias, Islas Canarias, Castilla la Mancha, Castilla León, Ceuta, Extremadura, Galicia, Madrid, Melilla, Navarra y La Rioja, 11 de las 17 Comunidades además de las dos Ciudades Autónomas, aplican el reglamento FIBA… que es, dicho sea de paso, como se juega el Campeonato de España de selecciones y de clubes. Mencionar que en Aragón hay una curiosidad y es que: en uno de los 4 cuartos, todos los inscritos en acta deben jugar en uno como mínimo, pero se mantienen los cambios en todos los cuartos, tiempos muertos, modo de crono, y tiempo de descanso entre primera y segunda parte.

Aunque hay que aplaudir la iniciativa de esta nueva federación frente al inmovilismo de antaño, resulta poco entendible que en las últimas tres temporadas se haya cambiado, en cada una de ellas, el reglamento específico (Pasarela 2016-17, BAM 2017-18 (no voy a perder ni un segundo en explicarla) y la actual en esta 2018-19) y siempre, a mi modo de ver, empeorando. El motivo de tanto cambio es variado: Que no se quede ni un niño sin jugar; evitar que puedan cansarse; 10 minutos son demasiado; partidos demasiado largos… en fin.

Creo que seguimos sin tener en cuenta que el bien a proteger en un partido de baloncesto, no es otro que el jugador en formación y la competición no puede condicionarla, por ejemplo, que haya entrenadores que tienen 12 jugadores en su equipo y luego solo inscriban 8 en acta para no tener que utilizar a los “malos”, o árbitros a los que se le hacen largos los partidos, o cualquier otra circunstancia de este tipo. Este tipo de "cosas" van a existir siempre y los que cuidamos algunos de esos detalles, no vemos con buenos ojos que l@s afectados, l@s protagonistas, el bien a proteger, como decía antes, tengan que soportar un reglamento que impida que niñas y niños de 12 y 13 años, se lleven un aprendizaje efectivo de cada partido. Cuidado por favor, no rompamos juguetes. Que los rompan ell@s jugando.


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